sábado, 4 de agosto de 2012

Sol y Luna

Toda mi vida fui iluminada por mi sol, mi mejor amigo. Él me compartió su luz siempre, no me abandonó ni una sola noche. De día, yo dormía mientras él brindaba su brillo a la Tierra y sus habitantes. Por las noches, mientras él descansaba, yo iluminaba a mi planeta, pero como siempre con su luz. De vez en cuando, cuando mi amigo despertaba para cumplir con su deber, yo me quedaba un rato despierta para acompañarlo. Disfrutaba tanto de su compañía y de su calor. Tantos años juntos, millones de siglos sin separarnos. Y ahora que te apagaste, yo me apagué contigo. Le tengo miedo a la oscuridad, ahora vivo en un eterno escalofrío.










Cuando la luna estaba llena 
yo me encontraba perdida, 
sin movimiento. 
Las nubes se movían rabiosas 
y el viento sacudía cada hoja,
cada objeto.
Los ayudaba a volar sin rumbo,
a flotar en el aire frío. 
Menos a mí. 
Estaba quieta, inmóvil, atada al suelo,
como las raíces de un árbol viejo. 
No podía emitir sonidos, 
solo podía respirar y mirar.
Debajo de un viejo balcón, 
donde todo es oscuro, 
mi vida estaba muriendo
y ahora sí el viento me invitó a volar. 


























The end

"Estaba peor que una bomba atómica"
el fuego ardía en llamas
la lluvia sacudía mugre.
El humo negro me ahogaba 
mi enfermedad inundaba mis pulmones
y el mundo, reía con dolor.
Gente corriendo, huyendo con cobardía.
La tormenta eléctrica aturdía, 
daba terror aunque a mí paz. 
Era la hora de morir, 
de afrontar la realidad 
y admitir que la Tierra se venga.