veo verde.
Pájaros rompiendo con la ley de gravedad
miniaturas vivas cargando a este mundo
como una mochila por la espalda.
Esa luz, que por la madrugada arde,
quema aún nada y todo lo que encuentra.
Es fuego, pero del bueno.
Veo flores desenterrándose como chicharras
de las recién nacidas.
Veo electromagnetismo fluorescente
allí en el horizonte lo veo,
mezclado con lágrimas del cielo
de felicidad, no de tristeza.
Limpia todo el mal.
Emigran las mariposas monarca,
con sus alas de collage,
papelitos de revista pegados con cascola,
sobresaltando en este mundo irreal
de mi mente. Sigo soñando
Desde lo más diminuto hasta lo más inmenso.
Desde el ácaro hasta la ballena azul.
Desde el fondo del mar hasta la punta del cielo.
Es un mundo perfecto,
donde solo yo vivo.
Es mi mente, mi maravilloso inconsciente.
Sino se haría imposible ser feliz.
Ni siquiera existiría el verbo vivir.
¿Saben por qué soy feliz?
Porque mi familia y yo vivimos en nuestro mundo
y no en el de ustedes.